Entre sombras
Quedé consternada ante el suceso. Puerto Rico despertó ante otro trágico evento: un hombre que había, presuntamente, asesinado a sus hijos y posteriormente se había quitado la vida.
La noticia dejó con un mal sabor a muchos durante el resto del día. Incluyéndome. "¿Cómo es posible que estas cosas pasen?", me cuestioné .
"¿En qué estaba pensando el hombre al momento de mirar a sus tres niños mientras cometía, según lo que parece indicar al momento la investigación, tan vil acto?", "¿cuál pudo haber sido su último pensamiento, si alguno?", "¿qué pensaron los niños?".
Estas preguntas venían constantemente a mi mente cada vez que recordaba lo ocurrido. Y un nudo en la garganta se hacía presente.
En un momento dado del día, intercambié miradas con algunos niños que me encontré mientras cruzaba una carretera y entonces sentí como el pecho se me apretaba: en ellos vi las caras de los tres menores, víctimas del macabro incidente en Ponce.
Vi las caras de ilusión, de alegría genuina. Vi las sonrisas que podían, fácilmente, ser contagiadas entre otros. Vi la "magia" de la niñez de la cual habían sido privavados aquellos pequeños de 5, 7 y 9 años.
¡Qué triste! ¡Qué horror! Lo que se vive aquí en crimen y lo que se vive al otro lado del mundo entre guerras y odio. Entre incidentes que le quitan la vida a pequeños y grandes por "cegueras mentales".
Todo parecería indicar, a viva voz, que el mundo necesita ser remendado. No solo Puerto Rico sino el planeta entero.
Hay voces que tienen que ser escuchadas y atendidas. Esa es la única conclusión a la cual podría llegar en momentos así como el de hoy; la ayuda profesional que necesitaba el individuo de Ponce para evitar que esto tomara el triste rumbo que todos ya conocemos.
La ayuda que necesita un pueblo/un mundo ante una posible depresión colectiva, llena de desesperación, que lleva a muchos al límite y hace difícil entrar en razón en la realidad que se vive día a día.
"Un día detrás del otro", como dicen muchos. Solo resta anhelar que la paciencia triunfe sobre la desesperación, que la paz triunfe sobre el caos, que la empatía triunfe sobre los juicios emitidos sin conocer y que el amor triunfe sobre el odio.
Enlace a la noticia: http://elvocero.com/hombre-asesina-a-sus-tres-hijos-y-luego-se-quita-la-vida/
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